Ésta imagen me habla de la soledad y cansancio… me hace pensar en un hombre cansado de luchar, luego de haber recorrido un largo sendero en el que encontró muchos obstáculos que tuvo que pasar. Pero Luego, llegó a su destino él solo y miró hacia atrás y se dio cuenta de era tiempo de reflexionar lo vivido… puedo imaginarlo solo, en un cuarto humilde, observando sus pasos y tratando de comprender cómo fue que llegó hasta ahí.
Me hace sentir tristeza y nostalgia. A diferencia de algunos de mis compañeros, la imagen no me hace pensar en un viejo feliz de sus logros, más bien me hace pensar en alguien que se siente derrotado.
Me imagino que el autor se pudo inspirar en la gente que encontró en las calles con un viso de tristeza y soledad en su mirada, que quizá pensó que estaban cansados de luchar y de vivir y que eso se podía ver en su exterior y decidió plasmar eso que veía en una pintura.
Me recuerda a mi bisabuela que murió a los 98 años, no sé por qué… me hace recordar esas conversaciones que teníamos ocasionalmente, en las que ella me decía que “ya quería que Dios se acordara de ella”. Yo me daba cuenta que ella ya estaba muy cansada y que no encontraba en su vida una sola razón para seguir viviendo, porque se sentía una carga para todos… ya había luchado mucho, creo que ella sentía que ya no tenía fuerza para seguir.
Tal vez no tenga mucho que ver, pero la imagen me hace pensar en ella…
Si pienso en una utilidad educativa que podría darle a esta imagen, se me ocurre que podría utilizarla para concientizar a los jóvenes sobre la forma en que actúan y cómo sus acciones pueden dejar huellas imborrables en sus vidas. Pienso que me serviría para hacerlos reflexionar en cómo se sentirían si al llegar a viejos o en algunos años, estuvieran ya sin fuerza de continuar y se dieran cuenta de que sus acciones pudieron ser distintas y quizás podrían no haberse cansado tanto de luchar si hubiesen hecho mejor las cosas.
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